Necrópolis de Vigaña

A unos 650 m. de altitud, llegamos a Vigaña, situada en las estribaciones de la sierra de Arcéu y con espléndidas vistas del valle del Pigüeña y las montañas de Belmonte, por la carretera local que desde la AS-227 asciende en el lugar de Las Llamas.

Vigaña es un lugar de gran trascendencia histórica a raíz de las excavaciones arqueológicas desarrolladas en su entorno desde el año 2009, dirigidas por la arqueóloga Margarita Fernández Mier, que abarcan una secuencia que va desde los hogares neolíticos de Las Corvas, con 6.000 años de antigüedad y donde se ha localizado el primer asentamiento de este período al aire libre en Asturias, hasta nuestros días.

El yacimiento, situado al norte de la Iglesia de San Pedro de Vigaña (s. XV), está constituido por una necrópolis tumular con tumbas de lajas, excavado en dos parcelas: El Val.le, con 9 enterramientos, y Entelailesia, con 54, la mayor parte alterados en diferentes épocas. La tumba más antigua corresponde al s. VII d.C y aparece con ajuar, una espada, cuchillo, hebillas, clavos y una piedra de sílex, algo muy excepcional en la región.

En esta zona también se ha excavado el Castro de Vigaña, con dataciones del s. VI a.C. al I d.C. que mostró una importante representación de la cultura castreña y gran cantidad de restos de fauna que demuestra la vocación ganadera del concejo ya desde la prehistoria. Además, en el pueblo se encuentran buenos ejemplos de la arquitectura rural belmontina, como casonas, hórreos y paneras.

La necrópolis tumular de San Pedro de Vigaña está incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural del Principado de Asturias (IPCA).