Desde Las Llavanderas, dejando atrás el área recreativa, la ruta discurre junto al río Pigüeña entre castaños y robles para pasar junto a la Central subterránea de Miranda, donde se pueden contemplar dos relieves de Vaquero Palacios, realizados en 1958, que simbolizan el calor y la luz (Prometeo) y la fuerza y el movimiento (Atlas).
Se sigue por la pista que deja a la derecha la Central, para llegar cerca de la Piscifactoría Pigüeña. Desde aquí se llega en poco tiempo a las primeras casas de San Cristóbal. Se puede terminar aquí la ruta, pero existe la opción de continuar por la Ruta del Salmón, en el Pozo Salmonero de Las Mestas, y seguir, dejando a nuestra derecha el río Narcea, hasta Cornellana, en el concejo de Salas.